La sobreseyeron por el crimen de su pareja al entender que era vÃctima de violencia de género
17 de agosto de 2023
Una joven de 24 años que habÃa sido imputada por asesinar de un cuchillazo a su pareja en enero último en una casa de la ciudad de Mar del Plata fue sobreseÃda por un juez de GarantÃas, que entendió que la mujer actuó en defensa propia y la de su hijo, al ser agredida a […]

Una joven de 24 años que habÃa sido imputada por asesinar de un cuchillazo a su pareja en enero último en una casa de la ciudad de Mar del Plata fue sobreseÃda por un juez de GarantÃas, que entendió que la mujer actuó en defensa propia y la de su hijo, al ser agredida a golpes mientras tenÃa a su bebé en brazos, informaron hoy fuentes judiciales.
La mujer estaba acusada por el homicidio de Alan Yair Salinas (26), a quien apuñaló en el tórax en la tarde del último 24 de enero, en el interior de la vivienda que compartÃan en el barrio Libertad, en la zona oeste de la localidad balnearia.
El titular del Juzgado de GarantÃas 4, Juan Tapia, consideró que la joven se defendió tras ser agredida, y que el hecho se dio además en el «marco de violencia y sumisión tanto fÃsica como emocional» en el que ella vivÃa, «del que Salinas era responsable».
Tapia señaló que la agresión del hombre hacia su pareja el dÃa del homicidio «se enmarca en un accionar ilegÃtimo, que además resultaba ser una conducta repetitiva» de su parte, y que la imputada no tuvo intención de matarlo, sino que se defendió con un cuchillo que tuvo a disposición en el momento.
La resolución del juez fue en lÃnea con el pedido de la fiscal Andrea Gómez, titular de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 4 de Mar del Plata, que estuvo al frente de la investigación.
Gómez consideró al pedir el sobreseimiento que a partir de «un estudio conglobado de la totalidad de los elementos reunidos, puede demostrarse» que la joven actuó «en defensa propia y de su hijo» al «repeler una agresión ilegÃtima, generada sin provocación alguna por parte de ella», en un contexto de violencia de género.
De acuerdo a la investigación del hecho, Salinas atacó a la mujer en una vivienda ubicada en 3 de Febrero al 9700 en la tarde del 24 de enero último, y ella se defendió con un cuchillo tipo tramontina.
El hombre sufrió una herida en el pecho y recibió atención médica tras ser trasladado por un vecino a una sala de salud cercana, pero luego fue derivado en ambulancia al Hospital Interzonal General de Agudos a causa de la lesión, donde finalmente murió.
Tras el fallecimiento, la joven fue detenida e imputada por el delito de «homicidio agravado por el vÃnculo».
Al ser indagada por la fiscal, aseguró que se defendió luego de que su pareja le pegó «tres piñas en la cabeza» mientras ella «tenÃa el bebé a upa».
Según precisó en su declaración, luego de empujarlo y pedirle que dejara de pegarle, el volvió a agredirla.
«Yo lo empujo y le digo que no me pegue más. Se acerca para volver a pegarme y manoteo lo primero que tenÃa cerca. Él se me abalanza y ahà yo con la mano que tengo libre atino a querer asustarlo. Nunca quise quise lastimarlo», señaló.
La mujer relató además que desde hacÃa tiempo era vÃctima de violencia de género, y que una serie de golpes que tenÃa en una pierna eran de la semana anterior al homicidio, cuando él le pegó una piña y la tiró al suelo.
Testigos que declararon en la causa aseguraron que era algo normal escuchar gritos de pelea entre la pareja desde la calle, y un vecino agregó que Salinas era «hiperactivo y gritón».
Una tÃa de la imputada que vive en una casa ubicada sobre el mismo lote que su sobrina declaró por su parte que el hombre ejercÃa «violencia verbal sobre ella y la denigraba constantemente», que «la degradaba como mujer» y que le «arrojaba platos».
Relató además: «Ella me decÃa que le dolÃa la muela, y yo le daba ibuprofeno, pero después me daba cuenta que era porque él le pegaba. Una vez me pareció que le vi algo en el cuello, pero como era invierno y ella se ponÃa bufandas, siempre con el bebé aúpa. Un dÃa llegó y le dijo ´dale, mové, mové, hacé la comida y después hablamos´. Después le decÃa que era una puta mugrienta, yo lo escuchaba desde mi casa».
«Siempre tuve miedo de que le hiciera algo más, por eso no me metÃa», expresó la testigo.
Un informe realizado por un perito en el marco de la causa determinó a su vez que en el teléfono de la imputada fueron halladas fotos «en donde se evidencian rastros de violencia fÃsica», asà como audios de ella en los que pedÃa ayuda llorando.
Mensajes intercambiados entre el hombre y la mujer exhibÃan además «un trato autoritario» de parte de él, con frases como «si yo voy y los encuentro vas a ver» o «no me hagas calentar», y que ella habÃa intentado en distintas ocasiones que él dejara el monoambiente en el que vivÃan.
El juez señaló que la mujer «tenÃa buenas razones» al ser golpeada el dÃa del hecho «para temer que ese acto de agresión se repitiera o que el desenlace del mismo fuera aún mas grave para su persona y para la de su hijo, a quien sostenÃa en brazos al momento del hecho», y subrayó que «de ello se deriva la inminente necesidad de defenderse de ese ataque con lo que pudiera en ese momento».
Fuente: Telam