Un testigo de la masacre afirmó que los policÃas intentaron «rematar» a los chicos tras el choque
11 de mayo de 2023
Un testigo que se encontraba a 50 metros de donde se produjo la denominada «Masacre de Monte», en la cual cuatro jóvenes fallecieron tras una persecución policial y posterior choque en San Miguel del Monte en mayo del 2019, afirmó hoy que vio a un policÃa en posición de tiro con la «intención de rematar» […]

Un testigo que se encontraba a 50 metros de donde se produjo la denominada «Masacre de Monte», en la cual cuatro jóvenes fallecieron tras una persecución policial y posterior choque en San Miguel del Monte en mayo del 2019, afirmó hoy que vio a un policÃa en posición de tiro con la «intención de rematar» a las vÃctimas tras el impacto del auto contra el acoplado de un camión, y que luego escuchó un disparo de arma de fuego.
«Después del fuerte estruendo del choque, veo bajarse al conductor de un móvil policial en posición de tiro con un arma de fuego en la mano. Pierdo de vista al conductor y escucho una detonación de un arma de fuego», relató Ignacio Cattaneo, un vecino de la localidad de San Miguel del Monte que declaró durante la cuarta audiencia del juicio por jurados que tiene como imputados al excapitán de la policÃa bonaerense Rubén Alberto GarcÃa y a los oficiales Leandro Ecilape, Mariano Ibáñez y Manuel Monreal.
De esta forma, el testigo señaló que los cuatro agentes tuvieron «la intención de rematar» a los fallecidos Danilo Sansone (13), Gonzalo DomÃnguez (14), Camila López (13) y AnÃbal Suárez (22), y a RocÃo Quagliarello (actualmente de 17 años), que quedó herida de gravedad a raÃz del choque.
Esta situación se suma al relato del chofer del camión impactado, llamado Héctor Mensi, quien ayer aseguró haber escuchado cuatro disparos antes del choque y dos después, y al informe de autopsia de Gonzalo, del que surgió que el adolescente tenÃa alojada una bala en uno de sus muslos, aunque fuentes judiciales aclararon que dicho disparo fue recibido durante la persecución policial y no tras la colisión.
El testimonio de Cattaneo se realizó a través de la plataforma Microsoft Teams, debido a que el testigo se encuentra viviendo en España, y comenzó pasadas las 10.30, ante la atenta presencia de los 12 jurados y de la jueza a cargo del Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 4, Carolina Crispiani, quien modera el debate.
«Me estaba por acostar a dormir, cuando escucho un estruendo muy fuerte. Veo que se debe a un choque sobre la ruta. Mi intención fue salir a ayudar a las posibles vÃctimas. Cuando salgo a la calle, lo primero que veo es sobre la esquina una nube de polvo y veo frenar un móvil policial que arrastra las ruedas», comenzó en su relato Ignacio.
A continuación, el testigo manifestó que creÃa que estaba presenciando «un enfrentamiento», ya que vio al conductor de la patrulla descender del vehÃculo «en posición de tiro», por lo que se resguardó. Tras ello, escuchó una detonación.
«No se entendÃa bien lo que habÃa pasado. Un uniformado, que no se acercaba a la escena, me dice que eran unos chorros que venÃan desde el barrio Montemar. VeÃa una montaña de tierra. Cuando veo más en detalle, veo que habÃa dos cuerpos en la calle y una butaca dispersa. Más adelante veo la parte delantera de un vehÃculo. Ahà me di cuenta que era un coche que se habÃa partido a la mitad», describió.
Luego, Cattaneo dijo haber visto a «dos chicas heridas» en referencia a RocÃo Quagliarello y a Camila López.
«TenÃan el pelo largo y rubio, estaban tendidas. Una de ellas, solo una, se podÃa mover y trataba de reincorporarse levantando su torso, de la cintura para abajo no se movÃa. Se quejaba del dolor. Trataba de llamar a la amiga que no se movÃa», detalló..
En ese contexto, el testigo señaló que ?habÃa dos móviles en el lugar?, hasta que ?llegó un Chevrolet Astra negro?.
?De ese auto se bajó quien era el subcomisario (Franco) Micucci (actualmente detenido en el marco de la causa y a la espera del juicio oral por el delito de encubrimiento). Después vi llegar ambulancias al lugar. Ambulancieros del hospital sacaron de la parte trasera del coche sacaron a un chico, agarrándolo de los puños de la campera que tenÃa puesta. Como si fuese un paquete, inerte, inmóvil y lo depositaron en el suelo??, agregó.
Un testimonio similar aportó Rodrigo MasÃas, quien circulaba aquella noche por la calle en la que tuvo lugar el choque entre el Fiat 147 y el acoplado y que se presentó a declarar a pesar de haber tenido un grave accidente ?ocurrido en una fecha posterior al 20 de mayo- por el cual perdió la visión.
?Yo esa noche iba en dirección a la casa de mi primo. Nunca llegué. Llegando a la colectora miro en dirección hacia Almirante Brown, vi que venÃa la policÃa y adelante un auto. Seguà caminando y siento el silbido de una bala que me pasa de atrás hacia adelante. Automáticamente corro hacia la esquina, escucho un fuerte golpe, pasa una polvareda de tierra y veo medio auto rodando. Agarré el teléfono y grabé?, señaló MasÃas, en compañÃa de su padre.
Tras ello, el fiscal Mariano Sibuet reprodujo en una pantalla de la sala de audiencias los videos que habÃa capturado MasÃas.
?Son tiros boludo, son tiros ?, se escucha en el video filmado tras el impacto, en el cual se observa el Fiat 147 partido a la mitad y el cuerpo de dos adolescentes que yacÃan en el suelo.
Al respecto, MasÃas amplió su perspectiva ante el llanto desconsolado de los familiares de las vÃctimas: ?Se escuchaban ruidos ?puf puf?. Al principio pensé que eran chicos con motos. Pero me doy cuenta que eran disparos. Se escuchó un golpe que fue el impacto. Los cuerpos estaban desparramados por esa calle?.
A su vez, Rodrigo afirmó reconocer a las personas que estaban heridas mientras agonizaban.
?Al primero que reconocà fue a un lado de la trompa del camión fue a Danilo Sansone. Con medio cuerpo debajo del camión estaba AnÃbal. Los otros no los vi. Danilo estaba boca abajo, se da vuelta quejándose por el dolor. AnÃbal movÃa las piernas quejándose de dolor, pero no podÃa hacer más?, contó en su estremecedor relato.
También concurrió a declarar Vanesa Baci, trabajadora de la División Localización Vehicular, la cual tiene como objetivo monitorear la ubicación y velocidad de los móviles policiales.
Ante el jurado, Baci ubicó a los dos vehÃculos asignados a los cuatro imputados, los situó en el lugar de los hechos y determinó que la velocidad de la persecución al Fiat 147 alcanzó un pico de 84 kilómetros por hora sobre la avenida Costanera de San Miguel del Monte.
Por último, dieron testimonio los peritos de la GendarmerÃa Nacional (GNA), Facundo Gabriel Czkajowski y Joel Castro, quienes inspeccionaron los vehÃculos conducidos por Ecilape e Ibáñez.
El juicio se inició el lunes pasado con la elección del jurado popular que dentro de seis dÃas deberá definir si los policÃas imputados son culpables o no culpables de los delitos de «homicidio agravado por abuso de función como miembro de las fuerzas policiales calificado por el empleo de armas de fuego, y violación de los deberes de funcionario público».
En los lineamientos de la acusación, el fiscal de juicio Sibuet dijo que los policÃas imputados cometieron un «acto atroz», que actuaron de manera «inmotivada» y afirmó que las vÃctimas, «al verse rodeadas», vivieron momentos de «terror, angustia y miedo», por lo que le solicitó al jurado popular que «emitan un dictamen justo para hacer honor a la justicia».
La denominada «Masacre de San Miguel del Monte» ocurrió la madrugada del 20 de mayo de 2019, cuando efectivos de la comisarÃa local persiguieron a lo largo de la colectora de la ruta 3 a un Fiat 147 en el que viajaban cuatro adolescentes, tres de 13 años y uno de 14, junto a un joven de 22.
Los cinco chicos escuchaban música cuando los oficiales comenzaron a perseguirlos sin motivos y, de acuerdo con los registros de las cámaras de seguridad del municipio, a dispararles, ya que se observó a un efectivo en el lugar del acompañante de la patrulla, con medio cuerpo afuera y en actitud de disparo, mientras que uno de los adolescentes resultó herido de bala en una de sus piernas.
A raÃz de ello, el auto en el que iban los jóvenes chocó contra un acoplado que estaba detenido en la ruta.
Fuente: Telam